viernes, 10 de enero de 2014

La pesca española


España ha sido y es una de las grandes potencias pesqueras mundiales. Como así indican el tamaño de la flota (tonelaje y potencia), el volumen de capturas y el valor de la pesca desembarcada.
En la actualidad, existen unos 18.000 buques pesqueros, que capturan cada año 13.000.000 toneladas de pescado y dan empleo a 74.798 tripulantes. En su dimensión económica, la pesca aporta el 0,5% del PIB.
España tiene un amplio perímetro costero cuyo litoral se parte entre mares diferentes, el Océano Atlántico y el mar mediterráneo; pero no puede decirse que presente unas condiciones muy favorables para la fauna marina y, por extensión, para la pesca.
Además, se aprecia un declive de la actividad desde hace un cuarto de siglo. Entonces, comenzaron a plantearse los problemas de una flota sobredimensionada, de unos caladeros sobreexplotados y otros de difícil o imposible acceso por el nuevo Derecho del Mar que comenzaba a surgir. En 1976, Estados Unidos declara aguas jurisdiccionales las doscientas millas mar adentro. Las declaraciones de ampliación de dominio se generalizaron, lo que significó, que en adelante, el 90% de los recursos pesqueros mundiales quedaban comprendidos en los límites de las zonas privativas de aprovechamiento. Para España las consecuencias fueron inmediatas y muy perjudiciales, al quedar cortado el acceso a los caladeros tradicionales, situados en aguas que, hasta entonces, habían gozado de la condición de internacionales y de libre aprovechamiento pesquero. 
Desde entonces, en el sector pesquero se han apreciado diversos cambios: 
La flota ha experimentado una enorme transformación y hoy se halla en la vanguardia de las tecnologías en lo que se refiere a sistemas de navegación, adelantos náuticos, etc., no obstante, esto se complementa con una flota tradicional de bajura, cuya actividad resulta cada vez más difícil por su falta de competitividad.
Además, los lugares de pesca han variado, tanto en naturaleza como en ubicación, pues hoy se pesca en aguas de aprovechamiento económico pertenecientes a otros países y a distancias considerables de los puertos de partida, hasta en los océanos Índico y Pacífico.
El volumen de pesca desembarcada ha decrecido, con relación al de hace 25 años, a consecuencia de las limitaciones impuestas a la flota y la reducción de la misma, entre otros. 
Finalmente, el desarrollo de la investigación en el sector, que ha permitido la explotación de nuevas especies y pesquerías, la localización de bancos de pesca, nuevos conocimientos de biología marina y la protección de especies, etc. 

Uno de los aspectos a destacar es el desarrollo de la acuicultura, verdadera alternativa de futuro que ya produce una cantidad importante de peces y moluscos. 

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